La velada comenzó con la mencionada proyección del audiovisual "
espíritu Argenta" editado por el alumnado de 4º de ESO del instituto y luego, María Loizaga, profesora de música del centro, realizó un recorrido por la biografía de Ataúlfo Argenta subrayando aspectos de su trayectoria profesional y vital, de especial interés educativo. La educadora hizo hincapié en la importancia del legado del músico, que ha permitido que un enorme repertorio de música española no quede en el olvido y, además, sea conocido universalmente. Así mismo, durante la conferencia se hizo mención los momentos de la vida de Ataúlfo Argenta por los que los alumnos han mostrado especial interés durante las clases de música y la preparación de las actividades audiovisuales, que, como hemos indicado más arriba, han formado parte del programa.
|
Cartel de la velada del instituto Ataúlfo Argenta |
Luego, llegó el concierto de piano de la profesora María Loizaga, que ejecutó la pieza
Recuerdos de viaje. Rumores de la Caleta, de Albéniz. Seguidamente, la soprano Araceli Sacristán, acompañada al piano por María JesúsVentura de Oteiza, interpretó, magistralmente, dos tonadillas de Granados;
Lied die forelle (La Trucha) de Schubert y
La Canción de la paloma, de la zarzuela El barberillo de Lavapiés.
Finalmente, Los Templarios subimos al escenario del salón de actos del instituto Ataúlfo Argenta para comenzar cantando, suavemente,
Las Ruinas del Monasterio, y continuar con la habanera
Niña Hermosa, con el solo de nuestro tenor Eduardo Perales, que fue muy aplaudido al final de su canto. Era el momento de entonar la campurriana
Mozuca en la romería, y
La Jotuca montañesa, que cautivaron al público asistente. Y, para finalizar, con
Feliz Rincón, compuesta por otro insigne músico castreño, Nicolás Torre. El bis no se hizo esperar y terminamos con
A la Orillita del Río.
1 comentario:
Creo que la atribución de "magistralmente" dista mucho de la interpretación que realizó esta soprano.
Publicar un comentario