Atractivo recital de nuevas canciones a beneficio de la Cruz Roja castreña

El coro de voces graves Los Templarios organizó el pasado 21 de julio un nuevo recital en la Iglesia de Santa María de la Asunción de Castro Urdiales. Este concierto se celebró a beneficio de la Cruz Roja de Castro Urdiales, Campaña de Alimentos, con la colaboración del Ayuntamiento de Castro Urdiales y la Comunidad Parroquial. Como suele ser habitual, la dirección de Los Templarios estuvo bajo la batuta de Izaskun Franco, con el acompañamiento de las pianistas castreñas Marta Valle y Sara Gil. La velada resultó ciertamente atractiva cada vez que llega este evento de Los Templarios, sobre todo por el ya habitual estreno de algunas nuevas canciones.



El concierto se enmarcó dentro de los recitales que Los Templarios suelen organizar todos los años en beneficio de alguno de los entes locales. En esta ocasión fue a beneficio de la Asamblea de la Cruz Roja de Castro Urdiales, una institución con más de cien años de historia y que a día de hoy es una de las más importantes a nivel regional y una de las más antiguas de España. Las actividades de la Cruz Roja castreña van dirigidas a la lucha contra la pobreza y la ayuda a personas con discapacidad, pasando por la tele-asistencia domiciliaria, centros de ocio y tiempo libre o el transporte adaptado. La entrada-donativo al atractivo concierto fue La Voluntad. La recaudación ya ha sido reflejada hace unos días en otro post, mediante la entrega de 1.643 €uros en alimentos a la Cruz Roja castreña.

El repertorio preparado por Los Templarios para esta ocasión se mostró ciertamente interesante, repasando géneros diferentes de canciones, que fueron un deleite para el sentido auditivo del público, que, como siempre, acudió en masa al incomparable marco de la iglesia de Santa María de la Asunción. Los Templarios comenzaron su actuación con tres notables melodías sacras, Cantate Domino, de la compositora americana Laura Farnell, y, seguidamente, la lírica de Et in terra pax, de Mary Lynn Lightfoot, para continuar con el estreno de la conocida Nunc dimitis, del compositor catalán Albert Alcaraz, una emotiva composición basada en un texto del Evangelio de San Lucas (El Cántico de Simeón) escrita para voces iguales. El comienzo del sólo de piano de Sara Gil fue el preludio de una exquisita interpretación del coro de voces graves castreño.

Esta melódica primera parte continuó con dos nuevos estrenos, Gracias a la Vida, de la cantautora chilena Violeta Parra y Despertar Llanero, del venezolano Antonio Estévez. Las dos interpretaciones fueron muy aplaudidas por los fieles seguidores de Los Templarios. Y para finalizar el ecuador del concierto, llegó el canto gallego Negra Sombra, de Xoán Montes Capón, repasando la intimista poesía de Rosalía de Castro y, como colofón, El Hombre del piano, del renombrado Billy Joel, que los tenores primeros "bordan" al llevar la voz cantante del coro.

Y, después de "pasar el cepillo" para la Cruz Roja, los Templarios comenzaron la segunda parte del concierto con otro estreno, Love Me Tender-Ámame tiernamente, de Elvis Presley & V. Matson, una canción romántica que fue también muy apreciada por el público. Y, luego, Only you-Sólo tú, de Buck Ram y Ande Rand, que The Platters, uno de los iconos de la música romántica de los años cincuenta, convirtieron en éxito mundial. Para llegar al final, Los Templarios cantaron con Por ti seré, una canción de raíces populares irlandesa que el grupo Il Divo hizo famosa, comenzando así la parte mas romántica del concierto, Si tú me amas, una composición escrita por Félix Pizarro y compuesta por el trío de músicos Andreas Romdhane, Josef Larossi y John Reid; y la famosa canción de la película Ghost, Unchained Melody, de Alex North, que Los Templarios versionaron en italiano con el título de Senza Catene.

El final del concierto, como suele ser habitual, estuvo dedicado a Castro Urdiales con el Canto a Castro, de Severino Dúo Vital que el público seguidor del coro castreño agradece y acompaña.