sábado, 12 de enero de 2008

Un exitoso viento sur en Cabezón de la Sal en el último concierto del año 2007


El último concierto del año 2007 ha llevado al Coro de voces graves Los Templarios a Cabezón de la Sal, un pueblo cántabro situado en la ribera del río Saja, a los pies de la sierra del Escudo, en una de las comarcas mas bellas y conocidas de la zona occidental de Cantabria. La agrupación local de la localidad, la Coral de Voces Cántabras, organizaba la novena edición del Ciclo Coral de Navidad y el pasado 22 de diciembre, Los Templarios fueron invitados a celebrar la Navidad con música, junto a la Coral Santa Cruz de Escobedo de Camargo. Y, a pesar de los temores de mi compañero de cuerda, Jose Landaberea, el viento sur reinante ese día nos acompañó a lograr un éxito como nunca personalmente había experimentado.



Mi compañero me comentó durante el viaje de ida, que no era la primera vez que Los Templarios cantaban en Cabezón de la Sal y, curiosamente, siempre con viento sur. Esa parecía ser la característica esencial de los conciertos de Los Templarios en el municipio cántabro y, por si fuera poco, añadió la siguiente anécdota: "La primera vez que vinimos, teníamos previsto cantar Alma llanera, una canción colombiana de Pedro Elías Gutiérrez y letra de Bolibar Coronado. Pues bien, fue un desastre. La tuvimos que comenzar dos veces pues no lográbamos arrancar con el tono. Y, años después, volvimos para otro concierto, también en un día de viento sur, y nos pasó lo mismo con la misma canción". Y el pasado 22 de diciembre también soplaba el viento sur en Cabezón de la Sal. La diferencia, en este último concierto del año, era que no íbamos a cantar Alma Llanera, que, por cierto, ahora la "bordamos". El recital de Cabezón de la Sal fue un gran éxito, viéndonos obligados a interpretar una canción mas ante la insistencia y aplausos del público presente en la iglesia parroquial de San Martín.

Es necesario señalar que este concierto tuvo como director invitado a Jesús Manuel Piedra, debido a que nuestra directora habitual Izaskun Franco no pudo dirigirnos en esta ocasión.
Jesús Manuel Piedra es un viejo conocido de Los Templarios pues nos dirigió entre 1981 y 1994, fundando el Otoño Musical Castreño, manifestación coral de la que este año hemos celebrado la 23ª edición y de la que hablaremos en posteriores crónicas. Piedra es el actual director de la Coral Canta Laredo y pertenece al elenco del Coro Lírico de Cantabria en la cuerda de bajos. Nos acompañó la pianista María Jesús Camino, perteneciente también a la Coral Canta Laredo.

El concierto lo iniciamos con un poco música sacra, con el Kyrie y el Gloria, del compositor italiano Lorenzo Perosi, que fue director musical de la catedral de Venecia y, posteriormente entre 1898 y 1915, director del coro de la Capilla Sixtina en Roma. Y, la verdad, es que con la sonoridad de la iglesia de San Martín interpretamos un Kyrie calificado por algunos expertos musicólogos como espléndido.

Blancas como palomas, una habanera del alavés Luis de Aramburu, fue nuestra siguiente canción y, seguidamente, interpretamos Súbela marinero, una composición de Alfonso Ruiz Martínez, que todavía hoy en día suele cantarse en las veladas musicales de los pueblos costeros del Cantábrico. El público estaba encantado, pues desde la visión de mi atalaya de coralista sus caras expresaban complacencia y agrado, que subió más aún cuando comenzamos a cantar la habanera humorística castreña De Roca en Roca, compuesta en 1962 por Nicolás Torre, uno de los más afamados músicos de Castro Urdiales.

El cénit del concierto llegó con Salutación a la Montaña, de José Lucio Mediavilla, compositor de la corriente modernista cántabra, que convirtió este canto a la montaña en un clásico de la armonía de Cantabria. Los aplausos fueron, de verdad, emocionantes.

El concierto lo finalizamos con A maitines, un villancico a tres voces y órgano de Javier Cantó, propio para la ocasión navideña. A partir de ahí, nuestra autoestima como coro subió muchos enteros porque el público aplaudió a rabiar y, con enorme agrado, interpretamos como despedida la canción popular montañesa Con Aire...carretero, de Lucio Lázaro.

Como despedida de año y a pesar del viento sur, resultó un concierto memorable.

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