domingo, 7 de noviembre de 2010

El Coro de Ingenieros de Bizkaia, telonero de la diosa Harmonía del XXVI Otoño Musical castreño


La diosa griega Harmonía ha sido la primera en ocupar las escalinatas de Santa María de la Asunción de Castro Urdiales por medio de las doce más una interpretaciones del Coro de Ingenieros de Bizkaia, que hizo la labor de telonero del XXVI Otoño Musical Castreño, que ha comenzado el primer sábado de noviembre. La agrupación vizcaina fue desgranando todo un catálogo musical, preparado por su director José Angel Robles, un joven músico cuya formación comienza a la temprana edad de 10 años en el Coro del Conservatorio Jesús de Arambarri de Bilbao, centro de estudios musicales en el que posteriormente se iniciará en la dirección coral, para, mas tarde, convertirse en cantante de la Sociedad Coral de Bilbao y del Coro Rossini, además, su batuta ha guiado las voces del Coro Gaztelumendi Abesbatza de Larrabetzu, del Coro de Cámara "Abots Ederra" de Bilbao, hasta el año 2004, y del Coro Zigor Gazteder Abesbatza de Barakaldo en el periodo 2002-2003.
José Angel Robles es, además, compositor y arreglista de múltiples obras corales, algunas de las cuales figuran en el repertorio del Coro de Ingenieros de Bizkaia.

Los prolegómenos del concierto resultaron suaves, con el Ave María, de Tomás Luis de Victoria, y El Mar Muerto, de Dante Andreo, pero el Coro de Ingenieros de Bizkaia comenzó su escalada entonando la composición Heroes Pugnate Viri, de Jacobus Gallus, que según algunos de sus componentes, les sale muy bien. No en vano, suele ser habitual la presencia del Coro en la “Semana Coral Vizcaína” aparte de sus viajes por tierras gallegas cantando en Pontevedra, Vigo y La Coruña, así como en la Misa del Peregrino en Santiago de Compostela. Su curriculum se completa con actuaciones como la de la festividad del "El Pilar", en el Palacio Kursaal de San Sebastián, en el Petit Palau de la Música Catalana, en Barcelona, en el Auditorio de Mérida y en el Santuario de Ntra. Señora de Guadalupe, así como en localidades de Alava, Logroño, Navarra, Burgos, y Asturias.

Las canciones se fueron sucediendo, Negra Sombra, de Juan Montes; En mi viejo San Juan, de Noel Estrada; La Paloma, de Manuel Iradier; Carnavalito Quebradeño, de los Hermanos Avalos; Sin ti, de Pepe Guizar (arreglada por José Angel Robles); Te Quiero, de Alberto Favero y finalmente, cinco composiciones vascas que gustaron sobremanera al fiel público castreño. Maitia nun zira, de José Uruñuela; Lau Teilatu, de Itoitz; Ama Begira Zazu, de Victor de Zubizarreta; Maite, de Pablo Solozabal y arreglada para el Coro de Ingenieros por uno de sus coralistas Tomás Negro. Y para el final dejaron Maitechu Mia, de Francisco Alonso.
Un precioso colofón, sobre todo pensando en el lucimiento de los impecables solos de una de sus coralistas Estitxu Cabezón.

1 comentario:

Euterpe dijo...

Saludos. Os presento mi blog coral, espero que os guste. Gracias.